miércoles, 21 de septiembre de 2016

CARL LEWIS, EL HIJO DEL VIENTO




Carl Lewis, más conocido como el hijo del viento, fue para muchos el mejor atleta de todos los tiempos, actualmente no apoyo esa opinión, pero sin duda es un atleta histórico que dominó el atletismo en varias categorías en los años 80 y que se mantuvo en la elite hasta los JJOO de Atlanta de 1996.

Nació el 1 de julio de 1961 en Birmingham (Alabama). Estudió en la Universidad de Houston y comenzó a practicar el atletismo en el Santa Monica Track Club, en el que permaneció durante toda su trayectoria deportiva. Especialista en las pruebas de salto de longitud, 100 metros planos y 200 metros planos . Apodado El Hijo del Viento, su nombre figura entre los más legendarios de la historia del deporte. A lo largo de su carrera ganó diez medallas olímpicas (nueve de oro y una de plata) y otras diez (ocho de oro, una de plata y una de bronce) en distintas ediciones del Campeonato del Mundo de Atletismo al aire libre. En 1999 fue designado mejor atleta del siglo XX por el Comité Olímpico Internacional (COI) y por la Federación Internacional de Atletismo Amateur (International Amateur Athletic Federation, IAAF).

En 1980 se clasificó para los Juegos Olímpicos que habrían de tener lugar en Moscú. Un año después le fue concedido el James E. Sullivan Memorial Award, galardón otorgado anualmente por la Amateur Athletic Union (AAU) de Estados Unidos al atleta más destacado de ese país. Su primera gran actuación internacional llegó en el transcurso del I Campeonato Mundial de Atletismo al aire libre, celebrado en 1983 en Helsinki, donde logró tres medallas de oro, en 100 m, salto de longitud y como integrante del equipo estadounidense de Relevo 4 x 100 metros .


En cuanto a sus grandes logros,  decir que a lo largo de su carrera ganó diez medallas olímpicas (nueve de oro y una de plata). En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, Lewis realizó una impresionante proeza al ganar cuatro medallas de oro (100 m, 200 m, salto de longitud y relevos 4×100 m) e igualar la gesta que Jesse Owens protagonizara en 1936 en Berlín

En el II Campeonato del Mundo, celebrado en Roma (1987), consiguió tres nuevas medallas de oro (100 m, salto de longitud y relevos 4×100 m). Su segunda participación olímpica tuvo lugar en Seúl en 1988. Lewis ganó dos medallas de oro (en 100 m, tras ser descalificado Ben Johnson, y en salto de longitud) y una de plata (en 200 m). Durante el III Campeonato del Mundo, en Tokio (1991), obtuvo dos medallas de oro (100 m y relevos 4×100 m) y una de plata (en salto de longitud). En la ciudad japonesa, Lewis batió el récord del mundo de 100 m (estableciendo una nueva plusmarca de 9,86s), pero sufrió la decepción de ver cómo, tras encadenar una increíble serie de saltos en la prueba de longitud, era su compatriota Mike Powell quien finalmente se hacía con el oro y batía (con un salto de 8,95 m) el histórico récord mundial de Bob Beamon que tantas veces intentara superar. 

Pese a que desde entonces su rendimiento empezó a decrecer, todavía brilló en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, donde se colgó dos nuevos oros olímpicos (en salto de longitud y relevos 4×100 m), y en el IV Campeonato del Mundo, celebrado en 1993 en Stuttgart, donde consiguió una medalla de bronce en la prueba de 200 metros. Cerró su espectacular trayectoria olímpica en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, en los que, con 35 años y contra todo pronóstico, consiguió en salto de longitud su noveno oro, que le convertía en el único atleta junto a Al Oerter capaz de lograr el preciado metal en una misma disciplina en cuatro ediciones distintas de los Juegos, y en el atleta más laureado en toda la historia de éstos junto a Paavo Nurmi

En agosto de 1997, Carl Lewis puso fin a su larga y brillante carrera deportiva, que ya le había valido, en 1996, la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Deportes.

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